En cumplimiento del pacto, llamado de Consolació, después de 1 año y 9 meses de Alcaldía, Pablo Pascual (PP), cedió este sábado la vara a Francesc Mestre (PI). Pero la fiesta no fue todo lo agradable que hubiera deseado el candidato del PI ya que, antes de acceder a su nuevo puesto, tuvo que escuchar las acusaciones vertidas desde la Assemblea per Sant Joan entorno a las obras adjudicadas por el Ajuntament a la empresa del presidente del PI, Guillem Galmés, y sobre el puesto de trabajo conseguido por su esposa hace pocos meses en el Ajuntament.
En el transcurso del pleno primero intervino Pascual para despedirse de su cargo, y señaló que «el proyecto continua, ya manifestamos que son 4 años o más, por ello prefiero hacer balance al final, pero estamos contentos del buen trabajo que realizamos».
Por su parte, Francesc Mestre, agradeció el trabajo de Pascual y del resto de regidores y calificó el mandato como «una legislatura de amigos». El gritó de Visca Sant Joan! puso fin al pleno de relevo de alcalde.