La Policía Local de Sineu acordonó este jueves la rectoría después de que el arquitecto municipal, en una visita, corroborara que el edificio corre el riesgo de venirse abajo. Estas vallas evitarían eventuales daños a los transeúntes.
El estado de ruina de la rectoría fue públicamente denunciado antes de Navidad. El arquitecto y el abogado municipales visitaron ayer el inmueble y acordaron las medidas cautelares mencionadas.
Ahora redactarán un informe que previsiblemente culminará en una orden de ejecución que reclamará a la propiedad –el Obispado– que remedie la situación. De no hacerlo, el Ajuntament podría ejecutar las obras subsidiariamente y después enviarle la factura.