El antiguo convento de las monjas trinitarias de Binissalem albergará viviendas para jóvenes extutelados por la Administración, es decir, jóvenes que en lugar de su familia han recibido la tutela del Govern durante (o en parte de) su infancia. Los jóvenes que habiten el convento tendrán entre 18 y 25 años.
Las primeras viviendas en abrir podrían ser las del convento binissalemer. Fuentes del departamento que dirige Fina Santiago indicaron que podrían comenzar a operar a mediados del año 2017, una vez adecuadas este fin. Debe matizarse que el convento no es propiedad del Govern sino de la congregación, que lo ha cedido por un período de veinte años para este fin.
Las trinitarias marcharon de Binissalem en 2013. Dejaron el convento al pueblo, pero el Ajuntament lo rechazó al no poder asumirlo. El Consell de Mallorca tuvo la intención de habilitarlo como hogar para mares sin techo, pero también descartó la idea.