Los trabajos de exhumación del proyecto inicial de la fosa común de Porreres, la mayor de la Guerra Civil en Baleares, han finalizado este sábado tras tres semanas de excavación y reconstrucción de los cuerpos. Durante la misma se han extraído 52 esqueletos, además localizar de otros tres que no han podido ser recuperados.
Tras una reunión con los responsables del equipo de trabajo, según ha informado el Govern en un comunicado, la consellera de Transparencia, Cultura y Deportes, Ruth Mateu, ha destacado «la profesionalidad en la metodología, por parte del equipo de la Sociedad Aranzadi y de los voluntarios, con respecto a la información diaria y de primera mano que han dado a los ciudadanos».
De los 55 esqueletos encontrados, seis se encuentran ubicados en la fosa que recibe el número 5, bajo la manzana que forman las dos capillas adyacentes al edificio de nichos. No obstante, el doctor Francisco Etxeberria ha apuntado que es posible que debajo de la construcción pudiesen aparecer hasta 5 fosas más.
Una vez terminada esta primera fase, los restos de huesos quedarán custodiados en el mismo cementerio municipal de Porreres, puesto que «no requieren de ninguna refrigeración ni trato extraordinario o especial porque no experimentarán ninguna transformación», según han apuntado los expertos de la exhumación.
Muestras de ADN
Durante estas semanas se han tomado muestras de ADN, en el mismo cementerio, tanto de los esqueletos que han aparecido como de familiares de las víctimas que así lo han solicitado. En total se han recogido 52 muestras de los cuerpos y 90 de familiares.
El procedimiento ahora será cotejar los resultados con pruebas genéticas para extraer la identificación de los cuerpos. Un proceso que se prevé que dure unos seis meses.
Una vez identificados los cadáveres, los resultados se comunicarán a las familias de manera oficial por parte del Govern y, según indica el protocolo de exhumación de la comisión técnica de desaparecidos y fosas, los restos y objetos identificados se entregarán a las familias correspondientes.
En las próximas semanas la Comisión convocará una reunión con los propietarios y arrendatarios de la isleta que forman las dos capillas y el panteón de cincuenta nichos, ya que obstaculizan las obras de excavación y exhumación de toda la gran fosa común, debajo de la cual es previsible que podrían salir más cuerpos sepultados.
De aquí a finales de año, la Comisión tendrá listo el Plan de exhumaciones de fosas de desaparecidos 2017, que contará con un incremento de presupuesto por parte de la conselleria que asciende a 200.000 euros.