La Associació d'Amics i Veïns de Calvià Vila está harta y ha mandado un ultimátium al Ajuntament: o cumple con la palabra dado el pasado verano de rubricar el convenio que desde hace décadas se venía firmando, o los vecinos dejarán de organizar las fiestas populares, como tradicionalmente han hecho.
Según la asociación, tras la polémica suscitada en julio por la intromisión de departamento de Participación Ciudadana en la organización de las fiestas de Sant Jaume, el alcalde se comprometió a firmar un convenio para la organización del resto de fiestas del año, contando con los mismos importes de 2015. Sin embargo, nada de esto se ha llevado a cabo.
El 26 de septiembre, los vecinos fueron convocados a una reunión, «en la que todo se redujo a palabras, palabras y más palabras», asegura la asociación. El 5 de octubre debía convocarse otro encuentro. Pero éste nunca llegó a celebrarse, ya que la asociación remitió un correo al Ajuntament diciendo que sin un borrador de convenio no hacía falta reunirse. La respuesta del Consistorio fue enviar un documento de ‘compromiso de pago' para el resto de fiestas de 2016. «Está claro que eso no era un convenio. No obstante la junta directiva acordó hacer las fiestas hasta fin de año», apuntan los vecinos.