El sistema de conducción del vertido de las aguas residuales de la depuradora hasta sa Coma ha tenido que sortear un obstáculo muy importante. Y es que la tubería del nuevo emisario marino proyectado, de 2.995 metros de longitud, pasaba cerca de la zona protegida de sa Punta de n'Amer donde se encuentran praderas de posidonia. El Ajuntament de Sant Llorenç, al diseñar el proyecto, tuvo que adecuar el trazado de la tubería para esquivar y evitar que esta zona se viera afectada por esta construcción.
Esta semana la Comissió Balear de Medi Ambient ha dado el visto bueno a esta actuación incluida en el ambicioso proyecto de reforma y mejora de la estación depuradora de sant Llorenç, una de las obras más importantes que atiende a una demanda histórica del municipio.
El Subcomité d'Avaluacions d'Impacte Ambiental informó a favor de esta actuación con las medidas correctoras y protectoras, y con la obligación de cumplir una serie de condicionantes. Así, se tendrá que proceder a la retirada parcial del antiguo emisario submarino y sólo se sacará aquellos tramos en desuso que están en su totalidad desenterrados, sobre el fondo o elevados. Dada la envergadura del proyecto y los posibles impactos ambientales se tendrá que contratar un auditor ambiental para asegurar el cumplimiento del Pla de Vigilancia Ambiental.