El presidente del Consell, Miquel Ensenyat, y la consellera insular de Territorio e Infraestructuras, Mercedes Garrido, han presentado nuevas modificaciones para el proyecto de desdoblamiento de la carretera Llucmajor-Campos, que contará con un presupuesto estimado de 42 millones de euros y cuyas obras comenzarán en enero de 2017.
En lo que se refiere a los detalles del trazado, Ensenyat ha destacado que «el proyecto se ha sometido a algunas modificaciones que supone una reducción de 189.682 metros cuadrados menos del territorio ocupado y 63.471 metros cuadrado menos de asfalto».
Asimismo, se estima una duración de las obras de 24 meses, con el objetivo de mejorar la seguridad de la carretera, con un mínimo impacto sobre el territorio
Por su parte, Garrido ha indicado que «la obra empezará al final de la variante de Llucmajor y llegará hasta la entrada del pueblo de Campos, en este sentido el proyecto se ve ampliado porque también mejorará y embellecerá la entrada del municipio».
CARACTERÍSTICAS DE LA CARRETERA
En concreto, la longitud de la carretera será de 8,8 kilómetros a los cuales se les suman 1,2 kilómetros de la calle principal de Campos, compuestos por dos carriles por sentido con una anchura de 3,5 metros en cada carril, ambos sentidos separados por una mediana de 3 metros, a diferencia del proyecto anterior que era de 10 metros.
La consellera ha destacado que en cada lado de la calzada habrá un camino de servicio, que servirá para conectar las entradas de los caminos y fincas, en vista de que es uno de los aspectos que hacen que la vía actual sea peligrosa, reduciendo la anchura de los caminos.
Se trata, según ha explicado, de que en todo el trayecto haya cuatro pasos inferiores: el primero, en el punto kilométrico 27,6 de la Ma-19, solo tendrá entrada en sentido Llucmajor, mientras el principal será el enlace dos situado en el kilómetro 30,9.
«Otras de las características que tiene el proyecto es la ampliación de los drenajes para realizar pasos de fauna, como también el enterramiento de las líneas eléctricas y telefónicas», ha expuesto Garrido.
Por último, ha indicado que este será «el primer gran proyecto que prevé la integración ambiental y paisajística, por lo que, con el objetivo de disminuir la contaminación acústica la última capa de asfalto será con un firme poroso que provoca menos ruido, se implantará vegetación de la zona en sus alrededores, y toda la iluminación de la vía será LED».