El Ajuntament de Lloret quiere recuperar los conventos de los dominicos y de las monjas, que llevan más de una década cerrados. Prepara un ambicioso proyecto para evitar la degradación del conjunto arquitectónico.
La idea del Consistorio, que preside el alcalde Antoni Bennàssar, es la de rehabilitar todo el conjunto arquitectónico y destinar el convento de los dominicos a dependencias municipales y abrir su espacio, con el claustro interior, al pueblo. Mientras que Ca ses Monges se quiere rehabilitar como una zona de ocio que pueda acoger un hotel, un albergue, un restaurante e incluso una sala de exposiciones.
Bennàssar avanzó que el coste de mejora de los antiguos edificios puede oscilar entre los 4 o 5 millones de euros. El Ajuntament de Lloret convocó este jueves al president del Consell, Miquel Ensenyat (que acudió a la reunión junto a varios técnicos); a la directora insular de Patrimoni, Kika Coll; y al gerente de la Agència de Turismo de Balears (ATB), Pere Muñoz, para buscar vías de financiación y así poder hacer frente a la ambiciosa obra de reforma.
Ensenyat apuntó a que «coincidimos con el Ajuntament en la voluntad de preservar el espacio y convertirlo en un referente cultural y patrimonial y evitar más su degradación» aunque apuntó a que «es necesario buscar lineas de subvención».