El Ajuntament de Santa Margalida cerró este martes de manera temporal el acceso al mar en Son Bauló, en Can Picafort, como medida de prevención después que se detectaran vertidos de aguas fecales debido a la rotura de las dos bombas de la estación de bombeo cercana a primera hora de la mañana y también por la tarde.
El atasco en una de las bombas provocó la rotura de la segunda que no dio a basto. Aunque los técnicos repararon la máquina, por la tarde se volvieron a producir nuevos vertidos. Este hecho provocó que el Seprona se personara en la zona donde recogió muestras que se analizarán y servirán de prueba para la posible apertura de un expediente sancionador. También tomará declaración a los afectados. El alcalde de Santa Margalida, Martí Torres, explicó que los vertidos pueden ser provocados por la saturación de personas durante este verano, y explicó que se había preparado un camión para vaciar la bomba si se volvían a producir vertidos.
Los vecinos de la zona denunciaron la situación ayer por la mañana y aseguraron que «no es la primera vez que ocurre». Lamentaron la falta de una solución firme que evite las molestias de malos olores y salubridad para los que se bañan en la zona rocosa que ayer se precintó y que provocan una «mala imagen» de la zona turística.