Padres y madres de la escoleta pública de cero a tres años Huialfàs de sa Pobla han mostrado su malestar por la intención del Ajuntament de reducir el número de educadores del centro y aumentar las ratios hasta el máximo permitido por ley de cara al próximo curso escolar.
Según los afectados, «estas medidas tendrán un efecto negativo en los niños, ya que la disminución de personal en el centro provocará una bajada en la calidad del servicio».
Desde el Ajuntament, la regidora de Educación, Pedrona Seguí, relativizó las quejas y aseguró que «aún no se ha tomado ninguna decisión en firme». Seguí indicó que, aunque ya se haya cerrado el periodo de preinscripción, «aún nos llegan solicitudes de alumnos y no sabremos los datos reales hasta que se termine el periodo de matrícula el próximo 21 de junio. Una vez sepamos con seguridad el número de alumnos que accederán al centro se tomarán las medidas oportunas».
Aún así, Pedrona Seguí indicó que «si no se aumenta el número de matriculas, se deberá prescindir de dos trabajadores cuyo contrato termina el 30 de junio y que se contrataron para poder abrir dos aulas a lo largo del presente curso. Si durante el próximo año escolar se necesitan más educadores, evidentemente se contratarán». Seguí desmintió por completo que el Ajuntament baraje la posibilidad de privatizar el centro.
A pesar de estas argumentaciones, los padres critican que se pase de cuatro aulas de 1 a 2 años a tres aulas de 2 a 3 años el próximo curso. «Los alumnos de una clase se repartirán entre las otras tres y necesitarán una nueva adaptación porque cambiará su educadora», aseguraron, y añadieron que «si las aulas llegan al máximo de las ratios, se prevé que los niños que quieran acceder al centro deberán estar en lista de espera hasta que haya un mínimo para habilitar una nueva clase». También denunciaron que «tras la subida de la cuota en mitad de curso, nos prometieron que no se tocarían los servicios».