El Ajuntament de Alcúdia redimensionará el urbanizable hotelero situado entre el Mosquito y el Estrella de Mar, junto a la rotonda del caballo, para adaptarlo a las exigencias de la Comissió Balear de Medi Ambient que considera que ya existen suficientes plazas turísticas en el municipio.
El desarrollo de este suelo hotelero es la opción municipal para evitar la urbanización de una docena de chalets en la Punta de Bonaire, en la primera línea de mar, junto al Àrea Natural d'Especial Interés de la Victoria. No obstante la Comissió Balear de Medi Ambient considera excesiva la contrapartida turística.
La Comissió Balear de Medi Ambient no está dispuesta a consentir la creación de mil plazas hoteleras más en Alcúdia, y advierte al Consistorio de que deberá estudiar la llamada ‘Alternativa 0' que consiste en la desclasificación tanto del urbanizable hotelero como de la punta de Bonaire.
El Ajuntament no se plantea una desclasificación y apostará por mantener el urbanizable hotelero redimensionando el proyecto para reducir su impacto paisajístico y turístico, según ha confirmado ahora el alcalde Antoni Mir.
«Tendremos que reducir la altura de los edificios y el número de plazas hoteleras, además de conservar parte del cañizo de la parcela porque no queda otro remedio», dijo esta semana el alcalde. Mir explicó que el único informe contrario al proyecto es el que ha emitido la Comissió Balear de Medi Ambient. «Tenemos el visto bueno del resto de administraciones, entre otras de Patrimoni y Recurs Hídrics», añadió.
El Ajuntament defiende el desarrollo del urbanizable hotelero previsto en la normativa urbanística local no solo como fórmula para salvar la punta de Bonaire, de alto valor medioambiental, sino también como una fórmula para reordenar uno de los principales accesos al puerto ya que el Consistorio obtiene 80.000 metros cuadrados de terrenos que se destinarán a espacios libres públicos como equipamientos y aparcamientos.
Proyecto inicial
El proyecto inicial planteaba la construcción de un hotel de cinco estrellas con 993 plazas turísticas, distribuidas en planta baja más tres alturas, unas cifras que Medi Ambient considera excesivas. Así, en un informe emitido el pasado mes de abril y ratificado la pasada semana la Comissió Balear avisaba al Consistorio de que no dará el visto bueno a la propuesta sin una justificación exhaustiva.
«Entendemos que el Ajuntament quiera equipamientos y aparcamientos pero 1.000 plazas hoteleras más son difíciles de justificar, ya hay demasiada densidad», dijo al respecto el presidente de la comisión, Antoni Alorda.
Son muchas las cuestiones que pueden ser tenidas en cuenta por la Comissió Balear de Medi Ambient. El Pla d'Ordenació de la Oferta Turística determina, por ejemplo, que debe haber un mínimo de 7,5 metros de playa por usuario para evitar un exceso de densidad.