«Ni vencedores ni vencidos. Hemos llegado a un acuerdo todas las partes implicadas en el conflicto, asumido cada uno de nosotros nuestra parte de responsabilidad durante el proceso y alcanzado un principio de acuerdo. Debemos olvidar el pasado y comenzar a trabajar desde cero en beneficio de nuestro municipio». Así de claro se mostraba uno de los portavoces policiales en referencia a la resolución del conflicto que mantenía desde hace varios meses el alcalde Antoni Mulet y la Policía Local de Maria de la Salut.
En un principio, los agentes asumirán algunas funciones de carácter laboral que les pedía su alcalde y todo ello quedará plasmado por escrito en un convenio. Una vez firmado el acuerdo, los policías retirarán el contencioso administrativo y las denuncias penales que tenían interpuestas contra el alcalde. Por su parte, el primer edil hará lo propio y retirará el polémico decreto de Alcaldía que fue el detonante de las discrepancias.
El escándalo surgió cuando tres de los cuatro agentes que conforman el cuerpo policial de la localidad presentaron una denuncia ante el juzgado de guardia de Inca en la que acusaban al alcalde, Antoni Mulet, de coacciones, amenazas y abuso de autoridad.