No solo las verbenas veraniegas de la Part Forana se han masificado los últimos años, también los tradicionales Pancaritats. Es el caso del Pancaritat de Sant Vicenç de Muro, que de unos años a esa parte se ha trasformado, por la tarde, en una macro fiesta a la que acuden miles de personas, la mayoría de otros pueblos. Descartada la idea de suspenderlo, el Consistorio anuncia medidas para frenar su masificación y degradación y hacerla compatible con el derecho de los vecinos a descansar.
En este sentido, se delimitará una zona del núcleo urbano en la que el sarao estará permitido. En esta zona (aquella comprendida entre las avenidas de Santa Catalina Thomàs y Sant Vicenç y la calle Germanies) se podrá beber en la calle, pero solo de 9 a 21 horas. A partir de esta hora se multará a los que consuman alcohol en la vía pública, de acuerdo con la ordenanza de civismo. Es posible que también se impida a los bares instalar barras en la calle: el Ajuntament lo ha propuesto, pero estos se oponen, al parecer.
Otra medida es la prohibición de aparcar en las inmediaciones de la zona delimitada para la fiesta para evitar el botellón. No se podrá estacionar en el cementerio, por ejemplo. No obstante, se habilitarán aparcamientos junto al instituto y el polideportivo, bastante lejos de los bares.
El Consistorio avisa de que el Lunes de Pascua, el día del Pancaritat, trabajarán todos los agentes de policía disponibles y se solicitará colaboración a la Guardia Civil. Advierte también de que si los problemas de convivencia detectados los últimos años persisten se tomarán medidas aun más contundentes en 2017.