Fue el 9 de mayo del año 1915 cuando sor Maria del Buen Camino llegó a Casa Peña en el Moll con el objetivo de «educar e instruir a los niños y niñas y al mismo tiempo cuidar y asistir a los pobres enfermos». Ha pasado un siglo y las tres hermanas de la Caridad que aún residen en el Port de Pollença (Catalina Ribas, Maria Bibiloni e Isabel Rubí) preparan las maletas para dejar definitivamente el Moll.
El domingo por la tarde, centenares de ex alumnos se concentraron en la Plaça Miquel Capllonch para participar de la multitudinaria y emotiva despedida. El acto tuvo la colaboración del Ajuntament, de la dirección de la escoleta y de los alumnos y ex alumnos y contó también con la actuación de los xeremiers Orats y de Aires de la Cala.
La asistencia masiva de público prueba la huella evidente que en el último siglo ha dejado la congregación entre los molleros. Fue el 11 de mayo de 1915, dos días después de la llegada de la primera superiora al Moll, cuando comenzaron formalmente las clases en la escuela. Asistían 23 niños y niñas. Un año después contaban ya con 55 alumnos y 31 alumnas matriculadas. La despedida de las monjas no implica el cierre de la escoleta de Sant Vicenç de Paül que seguirá este curso bajo la misma dirección que hasta ahora en el edificio de la calle Verge del Carme.