El último análisis en la red de agua pública del pueblo de Búger ha vuelto a dar positivo en un exceso de nitratos por lo que el Ajuntament de la localidad se ha visto obligado a avisar a los vecinos de que el consumo de agua deL grifo está prohibido.
La alcaldesa Liniu Siquier recordó este lunes que «no es un problema nuevo en el municipio, pero hemos cumplido con lo que marca la ley y se ha avisado a la ciudadanía de que no consuma agua del grifo ni la utilice para cocinar para así evitar cualquier riesgo para la salud».
Para dar una solución a esta situación, el Consistorio tiene varias posibilidades sobre la mesa. «Ahora estudiamos la mejor opción y que no suponga una gran inversión para las arcas municipales», indicó Siquie, que añadió que «tenemos la posibilidad de implantar un tratamiento de resinas en los depósitos que ayuda a neutralizar el exceso de nitratos». Otra opción es construir una planta de osmosis aunque esta actuación tiene un coste muy elevado debido a la gran infraestructura que necesita.