Los representantes de los trabajadores y miembros del consejo de dirección del Ferrocarril de Sóller firmaron este miércoles el nuevo convenio colectivo que tendrá tres años de vigencia y que supone, tras una dura negociación, la finalización del conflicto laboral de los últimos meses.
El nuevo convenio colectivo satisface en buena parte las demandas de los trabajadores e incluye aumentos salariales a tres años vista, de entre un 1,5 por ciento para el 2015, un 1,85 el 2016 y un 2,10 por ciento el 2017.
Entre otras demandas de los trabajadores, la empresa también garantiza un contrato mínimo de siete meses anuales para los fijos discontinuos y la garantía de ir cubriendo las plazas que queden vacantes por jubilación. En lo que se refiere a los cambios de categoría propuestos por la empresa –que en parte originaron la protesta laboral– éstos se mantienen aunque solamente afectarán a un porcentaje de la plantilla.
Finalmente la empresa se compromete a la redacción de un nuevo reglamento de circulación para «mejorar la seguridad».