Han pasado siete años desde que sa Pobla decidiera convertir la patata en la gran protagonista de su feria de otoño coincidiendo con la celebración del Año Internacional de la Patata. El éxito fue tal que solo unos meses después, en junio de 2009, nacía la Fira de la Patata con una entidad propia y diferencial.
Una treintena de bares y restaurantes han participado este fin de semana en la sexta edición de la feria nocturna en la que se ha podido degustar un centenar de platos, algunos tradicionales y otros más vanguardistas, siempre con la patata suministrada por los portales exportadores locales como ingrediente principal.
La respuesta del público fue espectacular desde las primeras ediciones de la feria y se mantiene fiel a día de hoy, pese a la crisis. El secreto: precios de entre un euro y medio y tres euros la ración y auténticas curiosidades gastronómicas como el gelat de patata o la pizza poblera, reservadas para los estómagos más atrevidos.