Manacor sufrió un vuelco electoral sin precedentes en la historia. Por primera vez en la democracia, una coalición nacionalista ha ganado las elecciones. MÉS per Manacor-Esquerra, liderada por Miquel Oliver, fue la candidatura más votada consiguiendo 5 regidores y casi 3.500 votos. El PI de Catalina Riera se adjudicó la segunda plaza con 3.040 votos y 5 ediles, desplazando al PP a la tercera posición con casi 3.000 sufragios y tan solo 4 representantes.
La sede de Més-Esquerra, llena hasta la bandera, era una auténtica fiesta. No solo por los resultados sino por la posibilidad que Miquel Oliver, como candidatura más votada, se alce con la vara de alcalde. Oliver posó con los cuatro regidores que le acompañarán: Joan Llodrà, Cristina Capó, Kika Mas y Sebastià Llodrà.
Donde también era todo alegría era en el PI. Y era doble. Catalina Riera con también 5 ediles será clave también para cualquier pacto, además que conseguir más votos que el PP, partido en el que militaba con Antoni Pastor antes de su expulsión.
El PP fue el gran perdedor de la noche pasando de 11 a 4 regidores. Pedro Rosselló no ha sido capaz de resucitar a un PP sin Pastor que además padecía la losa del Govern de Bauzá. Sin duda los peores resultados de los populares de Manacor.
El PSOE de Amanda Fernández ha mantenido sus tres representantes, además de sumar nuevos sufragios. La coalición AIPC-SYS ha conseguido tres regidores. La Agrupació Independent de Porto Cristo (AIPC) ha rentabilizado muy bien su acuerdo electoral con Silloters y Simpatizantes (SYS) ya que sumados han aumentado un representante.
La sorpresa de la noche fue para Volem Manacor, la marca local de Podemos, que consiguió entrar en el Ajuntament a su líder Carles Grimalt.