Joan Simonet, alcalde de Alaró (PP), considera que la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJIB) «ha cambiado» en la última sentencia su criterio respeto a la fórmula que permita legalizar los pisos del cine Fantasio.
El alcalde recordó que, en una sentencia de 2010, derivada de otro procedimiento sobre los pisos del Fantasio, la Sala defendió que para legalizar las viviendas había que modificar la normativa urbanística. «Y tratándose de una desafectación de suelo que deja de ser vial, y así venía contemplado en el planeamiento, modificándose por causa de la desafectación la anchura del vial en este tramo, se apreciaba una modificación del PGOU».
Sin embargo, en la sentencia la sala reprocha al Ajuntament que no haya resuelto aun la legalización del bloque y le señala que «en ese estado del proceso de ejecución, el Ajuntament viene obligado a cumplir lo que en ella se dispuso, y de forma inexorable, de forma que ya no es posible evitar su cumplimiento con una modificación de planeamiento ex post facto».
Simonet admitió que la modificación de la normativa urbanística se inició tarde, «pero la hacemos, ahora no pueden decirnos que no vale». El alcalde recordó que en 2013 se tramitó el avance de la normativa, que en 2014 se hizo la aprobación inicial y que este mes se prevé tramitar la provisional. Luego el Consell debería hacer la aprobación definitiva.
Respecto a las acusaciones que PSOE y MÉS vertieron sobre Simonet respecto a la gestión del problema, el alcalde recordó que fue una junta de gobierno presidida por un alcalde socialista (Miquel Deyà) la que tramitó el final de obra de los pisos y la modificación del proyecto original, un acto administrativo que los jueces anularon. Y también recordó que el PSM votó en un pleno a favor de la desafectación (igualmente anulada) que dio lugar a la nueva alineación de la calle.
Por otra parte Ultima Hora habló este jueves con un vecino. Dijo que compró el piso sin conocer la problemática y cargó contra el alcalde Simonet por haberse «escondido». Añadió que, cuando adquirió la vivienda, el promotor no le informó del pleito existente.