La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJIB) ha desestimado los dos recursos de apelación que el Ajuntament de Alaró y Construcciones Alaró SL, la empresa que construyó los pisos del Fantasio, habían presentado para evitar la ejecución forzosa de la sentencia que obligaba a derribar la franja de 11,70 metros cuadrados levantados en la calle ilegalmente.
Construcciones Alaró impugnó el auto de ejecución alegando «ausencia de motivación», señalaba que el auto resolvía «cuestiones no decididas en la sentencia» y consideraba que existía «falta de proporcionalidad en la medida».
Respecto a la falta de proporcionalidad, alegada también por el Ajuntament en su recurso, la Sala se muestra tajante: «Edificar contraviniendo la normativa urbanística solamente puede llevar al efecto de la restauración de la legalidad, que en este caso pasa por demoler parte del edificio, esto es, la parte que se ha levantado sobre esos 11,70 metros cuadrados que invaden el vial público». El TSJIB acepta que esa demolición parcial «constituye una solución técnica compleja» y que afecta a estructuras básicas de la edificación; sin embargo, resuelve que «aun así [...] no es posible dejar de ejecutar una sentencia firme. [...] Habrá que buscar la solución técnica constructiva más ajustada que adecue la realidad infringida y asegure la estabilidad del edificio».
En su recurso, el Ajuntament exponía también los actos que ha venido ejecutando con anterioridad y posterioridad al auto apelado. La Sala de lo Contencioso del TSJIB –la misma que resolvió la demanda del TIL y que ordenó el derribo de Ses Covetes– se muestra igualmente tajante y recuerda al Ajuntament que «tiempo ha tenido» desde 2007 para haber dado una solución al problema. En este sentido, y por otras razones, el TSJIB descarta que ahora se pueda evitar su cumplimiento modificando el planeamiento.
El alcalde, Joan Simonet (PP), adelantó que el Consistorio «seguramente recurrirá» la sentencia ante el Tribunal Supremo y reiteró que la demolición le sigue pareciendo «desproporcionada».