Los dieciocho militantes de Lloseta que este miércoles abandonaron el PSOE trataron este viernes de demostrar en una rueda de prensa que el censo de votantes enviado por Ferraz estaba «amañado» y aportaron presuntos indicios de esa «manipulación». El PSOE, por su parte, volvió a desmentir la acusación y retó a los escindidos a denunciarlo.
La exsecretaria de Organización del PSOE llosetí, Marga Perelló, enseñó dos censos de militantes de la agrupación local que le envió Ferraz. En el primero, fechado el martes 17 de febrero, constaba que había 42 militantes, diez de los cuales se habían dado de alta –según constaba en este censo– en diciembre del 2014. Éste es un dato relevante, puesto que el reglamento de primarias establece que solo podrán votar los militantes inscritos antes del 13 de septiembre. Perelló enseñó luego un segundo censo fechado el 18 de febrero, el miércoles. En ese documento, la fecha de alta de aquellos militantes había variado: ahora aparecía el 10 de septiembre. Los escindidos se basan en estos dos censos para denunciar la presunta «manipulación».
El secretario de Organización de los socialistas de Mallorca, Miquel Ramon, enseñó luego a este rotativo copias de papeles relativos a las altas que indican que éstas se tramitaron en septiembre, algo que contradice el censo del martes 17 de febrero. Miquel Ramon retó a los díscolos a denunciar el «amaño» ante el partido y ante la Justicia.
Los escindidos manifestaron también que «es tarde» para reconducir la situación, que lo ocurrido es fruto del apoyo de Pepi González a la candidatura regional de Aina Calvo, que «Armengol prefiere perder Lloseta antes de tener a una crítica como candidata».
Reconocieron también que estudian la posibilidad de presentar una candidatura independiente a las elecciones.
El PSOE, por su parte, informó de que aun no se ha tramitado ninguna baja.