Escisión en el PSOE de Lloseta. Dieciocho militantes rompieron este miércoles el carnet del partido al considerar que el censo de afiliados aptos para votar al próximo candidato a la Alcaldía estaba, en sus palabras, «manipulado». La agrupación socialista local estaba compuesta por algo más de 40 militantes, de forma que han abandonado el partido cerca de la mitad. Los que se han ido son Pepi González y partidarios suyos. El candidato a los comicios de mayo será finalmente Chema Muñoz.
La agrupación debía elegir este miércoles a su candidato a alcalde, vacante desde que Bernat Coll se dio de baja a raíz de la pena que Fiscalía solicita contra él. Se postulaban dos candidatos: Chema Muñoz, que cuenta con el respaldo de la cúpula regional, y Pepi González, que en las primarias regionales apoyó con entusiasmo a Aina Calvo.
Al empezar la reunión González y Muñoz expresaron su voluntad de encabezar la lista socialista.
Las discrepancias llegaron respecto al censo. Mientras que unos consideraban que tenían derecho a voto 43 afiliados, Pepi González y sus partidarios estimaban que algunos de ellos no tenían ese derecho al haberse afiliado –defendían González y sus partidarios– después del 13 de septiembre de 2014, la fecha límite para formar parte del censo. Con la aprobación de los dirigentes regionales presentes –estaban el secretario de Organización, Miquel Ramon; Lluís Socias, secretario de Política Muncipal; y Rafel Oliver, el presidente de la Federación Socialista de Mallorca–, los que consideraban que el censo lo formaban 43 personas impusieron su criterio. Este censo, advirtieron, lo elabora la Federación nacional, viene hecho de Madrid. Fue entonces, tras una encendida discusión, cuando Pepi González y sus partidarios formalizaron su baja del partido.
«No vamos a jugar con las cartas marcadas», declararon los escindidos tras abandonar la reunión, y lamentaron que sus excompañeros «rechacen alcanzar un acuerdo con nosotros pese a haberles pedido una reunión en varias ocasiones». En un plano más emocional, dijeron que «para ser socialista no es necesario entregar el carnet; lo somos de corazón, y de izquierdas», o que «queremos al PSOE, no deseábamos romperlo».
La ruptura del PSOE de Lloseta es, en parte, una consecuencia del precipitado fin de la carrera política de Bernat Coll, actual alcalde y pendiente de sentencia. Si Coll hubiera podido repetir, el PSOE se habría mantenido probablemente unido: su candidatura reconciliaba los dos bandos. Sin embargo, la división interna tiene el origen en las primarias regionales. Entonces Pepi González dimitió de secretaria general del PSOE llosetí. La escisión puede interpretarse como un enfrentamiento entre partidarios de Aina Calvo y de Francina Armengol.
Una vez acabó la discusión se procedió a votar al único candidato posible, Chema Muñoz. De los 24 militantes que quedaron, 22 votaron a favor y los dos restantes en blanco.
Ahora se habla de una hipotética candidatura encabezada por Pepi González.