Las obras de transformación de la primera línea del Moll en un paseo con preferencia para los peatones, similar al de zonas como el Molinar de Palma, no comenzarán esta legislatura.
El proyecto, que prevé la reconversión de la zona turística, ha salido a exposición pública con el objeto de que todas las personas interesadas puedan presentar las alegaciones que encuentren oportunas. El plazo para presentar alegaciones a la semipeatonalización finaliza el próximo 16 de febrero.
La reconversión de la primera línea de mar en el Port de Pollença estaba ya prevista en el Plan General de Ordenación Urbana aprobado en 1990, que establecía que la carretera entre Alcúdia y Pollença se debía «peatonalizar recuperando este espacio como un paseo a nivel de mar, de circulación tranquila y sosegada», pero este proyecto nunca llegó a cobrar forma.
El proyecto que actualmente está en exposición pública y que comenzará a ejecutarse previsiblemente en el mes de noviembre se divide en dos grandes fases. La primera fase comprende la reorganización de la carretera Ma 2200-A en el tramo comprendido entre la rotonda de la parada del autobús y la calle Elcano. Mantiene una sección viaria de doble sentido y siete metros de ancho y solo consigue aumentar el ancho de la acera (con una sección variable de entre 3,5 y 5,5 metros de ancho) suprimiendo aparcamientos en línea.
La segunda fase, comprendida entre los puntos kilométricos 58,670 y 59,300, es la que supone un mayor cambio. Se desvía el tráfico principal hacia la circunvalación, creando cuatro ejes de penetración hacia el mar de doble sentido de circulación que darán acceso a los residentes y usuarios a través de las calle Guillem Colom, Cirerer, Corb Marí i Bot y Xarxes.
En el espacio que ahora ocupa la carretera se mantiene la acera más próxima al mar (de 4,5 metros) con un vial anexo de 5 metros que servirá de asistencia a un aparcamiento en batería de 5 metros. Quedará una sección de 5,5 metros en la que se habilitará un nuevo itinerario peatonal.