La campaña de recogida de la algarroba ha comenzado con una semana de antelación respecto a 2013 y con la previsión de batir un récord de producción rompiendo la tendencia a la baja que se mantenía desde el año 2010. «Puede ser un año récord, cuajó bien el fruto y el tiempo ha acompañado, falta ver la calidad del producto», dijo ayer el presidente de Camp Mallorquí, Antoni Garcies.
Las primeras vainas ya están en los almacenes y los resultados de los primeros test de calidad, que son los que marcarán el precio del producto final, se conocerán la semana próxima. Los expertos no son tan optimistas respecto a la producción de almendra y es que se espera una caída de la producción respecto a años anteriores como consecuencia principalmente de la floración, la falta de lluvias y la falta de polinización debido a las condiciones climatológicas adversas.
Comercialización
Con la campaña recién iniciada, Garcies se muestra cauto. «Estas son las líneas generales de lo que estimamos que será la campaña, pero acabamos de comenzar, así que resulta imposible extrapolar», dice el presidente de Camp Mallorquí. Camp Mallorquí agrupa a la mayoría de cooperativas de productores de frutos secos de las Islas. Con sede en el polígono industrial de Consell se encarga de los procesos industriales de transformación.
Tanto la algarroba como la almendra mallorquinas se comercializan principalmente en el mercado interior con la excepción de la parte de la cosecha que corresponde a producto ecológico de la que sí se exporta una parte.
De la algarroba se extrae el fruto (garrofí) para la elaboración de la goma de albarrobo, una industria de gran peso en la Isla. La vaina se destina principalmente a la fabricación de pienso animal.
Tras años de tramitaciones, los productores de frutos secos han conseguido finalmente en 2014 la autorización para crear una Indicación Geográfica Protegida para la Almendra de Mallorca (IGP). Aunque la indicación geográfica protegida dará un nuevo impulso comercial al mercado del fruto seco se trata de una apuesta a medio plazo, que no se dejará notar antes de cinco años, y es que conlleva aún numerosos trámites, entre otros la inscripción de las fincas en un registro.
La Comisión Europea aprobó en marzo de 2014 la creación de la indicación geográfica Almendra de Mallorca, también denominada Almendra Mallorquina, Ametlla de Mallorca y Ametlla mallorquina en su registro de denominaciones de origen protegidas en la Unió Europea. La indicación garantiza que al menos uno de los estadios de la producción, transformación y elaboración de la almendra ha tenido lugar en el área geográfica a la que se refiere la denominación.