Cerca de seiscientas personas participaron ayer en Lluc de la tradicional Diada de la Família con el lema Família: l'alegria de l'Evangeli. La celebración estuvo presidida por el obispo Javier Salinas.
El acto, que se celebró por primera vez desde hace veinte años en el marco del Año Internacional de la Familia, se ha convertido ya en un clásico para las familias católicas de Mallorca. Al finalizar la misa los matrimonios que cumplen 25 ó 50 años de casados y que por lo tanto celebran sus bodas de oro y plata, reciben un pequeño obsequio. «Éste es un encuentro tradicional de cada primer domingo de mayo, una fiesta para los que celebran años de matrimonio, una experiencia vital», dijo el obispo Salinas.
Valores
Javier Salinas destacó el papel que juega la familia «en el ámbito fundamental de la transmisión de la vida y de los valores, valores como la lengua materna, ocupando así un lugar que resulta fundamental para la construcción de la sociedad».