Los ayuntamientos de la Mancomunitat del Raiguer eliminan la obligatoriedad de utilizar bolsas biodegradables para la basura orgánica.
Hasta ahora se creía que el uso de bolsas biodegradables o biocompostables, que cuestan tres veces más que las bolsas normales de basura, facilitaba el compostaje de los residuos orgánicos pero tras varios años de experiencia los técnicos han advertido que el proceso de descomposición de las bolsas no se ajusta a los plazos de maduración y producción de compost (el compost madura antes de que se descompongan las bolsas) por lo que desde hace un tiempo y para evitar la obtención de compost de baja calidad se separan las bolsas biodegradables de la materia orgánica y las bolsas biodegradables van a parar a la incineradora junto al resto de residuos no reciclables.
Campanet
Enterado de la situación el Ajuntament de Campanet, que subvencionaba el cien por cien del coste de las bolsas biodegradables regalándolas a los residentes, ha sido el primero en suprimir la obligatoriedad de utilizar el envase específico. La alcaldesa, Magdalena Solivelles, dio cuenta el lunes por la noche al pleno de la nueva situación que representará un ahorro anual para el Consistorio de 6.000 euros.
No todos los municipios subvencionaban la adquisición de las bolsas, la mayoría lo hizo únicamente durante los primeros meses de implantación de la recogida orgánica pero con el paso del tiempo trasladó a sus vecinos la obligatoriedad de comprar los embalaje específicos, a la venta hoy en la mayoría de supermercados.
Un informe técnico del departamento insular de Medi Ambient dejaba claro ya en el mes de mayo que el gasto extraordinario que representa la adquisición de las bolsas biodegradables no sólo era innecesario sino que ha dificultado la elaboración del compost.