El sector del comercio en el pueblo de Santanyí está viviendo una auténtica euforia. De los 60 comercios que había hace tan solo 10 años, a día de hoy se ha llegado a la cifra de 180.
Y es que sólo en este verano, un total de 22 tiendas han levantado la barrera en el que se considera el pueblo turístico de moda y de consumo local y extranjero. Hay que tener en cuenta que el 20 por ciento del sector corresponde a propietarios alemanes.
Pero el mercado semanal, que se celebra los miércoles y los sábados por la mañana, también es un auténtico referente de la zona. Con más de 200 paradas y unas 70 en lista de espera, la Plaça Major y sus alrededores se convierten en un ir y venir de vecinos, visitantes y turistas que se desplazan al pueblo para comprar productos agroalimentarios de calidad. Una situación de la que el alcalde Llorenç Galmés destaca que «desde que hace 10 años empedramos la zona centro todo se ha revitalizado, lo cierto es que hay un gran ambiente comercial».