Con todo el respeto, consideración y felicitación a los galardonados pero con duras críticas a las maneras, a las bases y al incumplimiento de los estatutos del Consell Municipal de Cultura, todos los grupos de la oposición del Ajuntament d'Inca -PSOE, Independents y Més- se abstuvieron en la votación del pleno municipal que sirvió a la mayoría absoluta del PP para aprobar las propuestas de dicho Consell para la adjudicación de los seis premios Dijous Bo de Inca.
Los galardonados en la edición de este año han sido, Premi d'Honor Dijous Bo a las monjas del Convent de Jerònimes de Sant Bartomeu; premio de Comunicació a Inca Radio, heredera de Radio Balear Inca, y a todo el equipo histórico de periodistas; premio de Acció Cívica i Social a Amadiba; Dijous Bo de l'Esport a Bernat Cabrer González; premio de las Arts, les Ciències i la Cultura a Pedro Ballester del Rey; y premio Dijous Bo d'Economia al establecimiento Can Pere.
Críticas
Las críticas lanzadas por la oposición fueron reconocidas por la regidora de Cultura del Ajuntament, Maria Payeras, quien señaló que «reconozco que tenemos que renovar las bases para la adjudicación de los premios. Hace dos años que ya lo propuse. Y si quieren realizarlos me encontrarán». Unas palabras que no sentaron nada bien en el seno de la coalición Més. Por ello, su portavoz, Antoni Rodríguez, le rebatió diciendo que «es usted quien gobierna y quien debe de convocarnos. Nos encontrará usted a nosotros, no nosotros a usted». Todos los grupos de la oposición también reconocieron que esta situación no va en favor del prestigio de los galardones. De esta manera, el PSOE propuso tal vez entregar un solo premio de honor. Los Independents también criticaron que el Consell Municipal de Cultura se reúna una sola vez al año para este tema y que de los 20 representantes acudieran 11 y cuatro de ellos políticos. El alcalde Rafel Torres (PP) reconoció que «hay que pulir el tema del formato para otorgar los premios».
Extrajudiciales
El equipo de gobierno llevó al pleno 350.000 euros en facturas extrajudiciales de las que tuvo que retirar todas las referentes a la empresa de aguas Sorea, después que el regidor de Més Andreu Caballero expusiera que se llevaban facturas de diciembre de 2010 a febrero de 2013 por valor de 45.000 euros por unas analíticas de agua que se realizan cada mes. PSOE y Independents también criticaron este hecho.