El alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre Ochogavía (PP), ya ha hecho efectivo el pago de los primeros 1.000 euros de multa por la demora en la ejecución de la sentencia de derribo que afecta a una vivienda particular en la esquina de las calles Creus y Jonquet, construida con una licencia de obras en los años 90, que posteriormente fue anulada por el juez.
El alcalde ha sido condenado a pagar una multa de 50 euros diarios renovable cada 20 días (ayer cumplía el primer plazo) hasta que complete el derribo del inmueble, que está construido en pendiente y cuya altura máxima no podrá superar el nivel de la calle Creus. El salario neto mensual del alcalde es de 2.140 euros.
La demolición (que se realiza a mano) comenzó hace exactamente una semana y el alcalde confiaba en que estos días bastaran para alcanzar el nivel que exige la jueza, pero la calidad de los materiales con los que se construyó la vivienda y muy especialmente del forjado impiden avanzar al ritmo deseado. Así, se lo hará saber hoy a la jueza el alcalde que adjunta un certificado del director de la obra con la intención de que la jueza suspenda la multa, dado que la vivienda ya es inhabitable.