Magdalena Solivelles (PSM) es desde ayer la primera alcaldesa en la historia de Campanet. Se le presenta un reto difícil, gobernar en minoría lo que queda de legislatura, y es que su primer intento por reconciliarse con sus exsocios del PSOE/Iniciativa en el mismo pleno de investidura no ha calado.
La agrupación del PSOE/Iniciativa (con tres regidores) renunció a presentar candidato a la Alcaldía, evitando así ser elegidos con los votos del PP, pero se negó a pesar de la petición expresa de Solivelles, a votar la candidatura del PSM y optó finalmente por la abstención. El PP presentó como candidato a Miquel Pons que obtuvo cuatro votos, los mismos que Solivelles, que no obstante resultó elegida al ser la del PSM la lista más votada en las municipales de 2011.
En su intervención Solivelles cargó contra la política «recentralizadora y de recortes» del PP y apostó claramente por recuperar el pacto de fuerzas progresistas (PSM-PSOE/Iniciativa) roto en noviembre de 2011. «Quiero reivindicar el pacto firmado en junio de 2011 como válido y necesario e invitar a integrarse en el gobierno a las otras fuerzas de izquierda porque ese es el futuro de Campanet», dijo Solivelles.
El ya exalcalde socialista, Joan Amengual, que continuará como regidor, evitó contestar en el pleno a la nueva alcaldesa y una vez finalizada la sesión informó a la prensa de que «aún es pronto para aceptar esa oferta, las cosas no se arreglan en dos días».
Durante su discurso de investidura, Magdalena Solivelles, reivindicó el papel de la mujer en la historia política de Campanet . «El hecho de que por primera vez haya una alcaldesa es un símbolo de que poco a poco las mujeres ocupan el lugar que se merecen y un aliciente para luchar por la igualdad», dijo.