La restitución a su estado original de los terrenos de los apartamentos ilegales de Ses Covetes ordenada por el Tribunal Superior requerirá de la aportación de unos 13.700 metros cúbicos de tierra, rocas, arena y otros materiales de los que un 38 % se obtendrá de los escombros resultantes del derribo.
El hormigón y los materiales cerámicos de las estructuras del complejo urbanístico ilegal sumarán unos 5.200 metros cúbicos, que serán insuficientes para rellenar los huecos de los sótanos de los edificios, para lo que se añadirán 1.900 metros cuadrados de «ecograva».
Así lo ha asegurado hoy el Consell de Mallorca en una nota de prensa en la que detalla el proyecto de recuperación del terreno ocupado por los apartamentos que comenzarán a demolerse la próxima semana, una vez completados los trabajos de cierre del solar.
Según se vaya llevando a cabo el derribo, lo que se prolongará durante unos dos meses, se irán separando el hormigón y los materiales cerámicos del hierro, el plástico y la madera, que se transportarán hasta las instalaciones de un gestor de residuos autorizados.
El material de obra que sí podrá utilizarse para restituir el estado natural de la zona será triturado y se empleará, junto con la ecograva citada, para devolver el terreno a su nivel anterior a la construcción ilegal.
Encima se extenderá una capa de «marès» y tierra procedentes de la excavación de los sótanos y cimientos de las construcción en 1992, materiales que aún están en la zona y que, una vez tratados, supondrán una aportación de 2.300 metros cúbicos.
Sobre estos se colocará una capa de ente 30 y 40 centímetros de grosor (4.300 metros cúbicos) de «marès» picado, arena y restos orgánicos.
En este último estrato se plantarán especies vegetales propias de la zona. Para ello, en paralelo a la demolición se elaborará un inventario florístico del solar y se sembrarán plantas para trasplantarlas sobre el terreno una vez colocadas las diversas capas de suelo.