Alrededor de un centenar de vecinos de Campos se manifestaron ayer ante el edificio consistorial en protesta por la paralización del concurso de explotación de las playas impuesto por el Tribunal Superior de Justicia de Balears, como medida de presión para forzar la demolición de los polémicos apartamentos de Ses Covetes, en la playa de Es Trenc, en cumplimiento de una sentencia que llega tras años de litigios e infructuosos esfuerzos por parte del Ajuntament campaner por legalizar esta construcción levantada en 1992 sobre un terreno protegido.
Los vecinos se han congregado frente al Ayuntamiento de Campos, donde ayer se celebraba la firma de un convenio entre la administración local, el Consell de Mallorca y el Govern de les Illes Balears para hacerse cargo del coste de la demolición de los apartamentos, en cumplimiento de la sentencia. Como ya adelantó Ultimahora.es, el Govern de José Ramón Bauzá se compromete a abonar el 75 por ciento de los casi 500.000 euros que cuesta ejecutar el proyecto de demolición, mientras que el Ajuntament de Campos solo abonará el 25 por ciento restante.
Los vecinos se quejan de que la resolución judicial perjudica económicamente al pueblo, puesto que de la explotación de la playa dependen unos 200 puestos de trabajo directos, más todos los puestos que indirectamente dependen de los negocios playeros. Los manifestantes llevaban pancartas en las que se podía leer "Sr. juez, ¿A dónde vamos a trabajar y a cobrar?" o "Gracias señor juez por quitarle el pan a nuestros hijos".
La protesta se produce en un momento de gran tensión después de que el Tribunal Superior de Justicia de Balears ha paralizado el concurso para la explotación de las playas del municipio. El Tribunal considera que al estar situadas sobre el dominio público, las concesiones de hamacas y chiringuitos, también en Es Trenc, puede interferir con el derribo de los chalés de ses Covetes.