La elección del castellano como primera lengua en la educación solamente ha superado el 50 por ciento en el municipio de Calvià. Según datos facilitados por la Conselleria d'Educació, Cultura i Universitats del Govern, en el resto, a duras penas supera el 20 por ciento y en pueblos como Ariany, Búger, Campanet, Costitx, Escorca, Estellencs, Fornalutx, Lloret, Mancor de la Vall, Montuïri y Valldemossa, el porcentaje es cero. Es decir ninguna familia eligió el castellano como lengua vehicular para la educación de sus hijos.
Sin llegar al cero pero con valores muy bajos -inferiores al 10 por ciento- encontramos Algaida, Campos, Capdepera, Consell, Esporles, Felanitx, Lloseta, Llubí, Manacor, Maria de la Salut, Muro, Petra, Pollença, Sa Pobla, Sant Joan, Santa Eugènia, Sant Llorenç des Cardassar, Santa Margalida, Santanyí, Selva, Ses Salines, Sineu, Son Servera y Vilafranca de Bonany.
Además de Calvià, la cota del 20 por ciento en la elección del castellano como primera lengua en la educación únicamente la alcanzan o rebasan las localidades de Alaró, Alcúdia, Andratx, Artà, Inca, Llucmajor, Marratxí, Palma, Porreres, Puigpunyent, Santa Maria del Camí y Sóller
Demografía
Salvo en Manacor, donde el castellano como lengua principal tan solo ha sido seleccionado por el cuatro por ciento de los padres y madres de alumnos, es en los términos municipales de mayor presión demográfica donde la libre elección de lengua ha gozado de mayor predicamento.
Cabe señalar que estos municipios también presentan las tasas más altas de inmigración y albergan en su término importantes polos turísticos, que no solo emplean a mano de obra extranjera, sino que un número importante de su padrón está conformado por ciudadanos provenientes de otros países de la Unión Europea.