Unas 200 personas participaron ayer en la doble protesta organizada por la plataforma Mallorca Lliure de Peatges para reclamar, una vez más, el rescate y la gratuidad del túnel de Sóller, así como el pago de la deuda del Govern a los usuarios de Sóller y Fornalutx, que no cobran el abono del peaje desde hace más de dos años.
En la parte de Bunyola se congregaron unas 70 personas que, tal y como estaba programado, recorrieron a pie los casi 3 kilómetros que separan la plaza del municipio de la boca sur del túnel, donde se leyó el manifiesto reivindicativo.
La manifestación más numerosa tuvo lugar en el Valle, en la que participaron unos 130 vecinos. Aún así, la marcha a pie prevista hasta la boca norte del túnel no pudo llevarse a cabo ya que el viernes Delegación del Gobierno denegó este itinerario argumentando la «peligrosidad» de la carretera entre Sóller y el túnel. Así pues, tuvo que discurrir por la carretera del Port en dirección al centro y desviarse por calles estrechas hasta llegar a la plaza donde se leyó también el manifiesto y se lanzaron gritos contra el presidente del Govern José Ramón Bauzá y contra el alcalde de Sóller, Carlos Simarro, al que se criticó que no «haya hecho más que meras peticiones institucionales».
Los manifestantes de Sóller denunciaron también que el Ajuntament había intentado «minimizar y ocultar» la protesta desviándola por callejones estrechos con la excusa de que las calles solicitadas por la plataforma «no se podían cortar al tráfico». Casualmente, el itinerario marcado por la Policía Local condujo la marcha incluso por delante del domicilio particular del alcalde, lo que provocó una gran pitada en este punto del recorrido.
La Plataforma lamentó también que Simarro haya dicho en ocasiones que las manifestaciones y pancartas «perjudican la imagen del municipio».