El Govern balear ha reactivado la adjudicación de las viviendas de protección oficial del municipio de Capdepera años después de haber sido construidas. En algunas de ellas se han tenido que realizar una serie de adecuaciones, reparación y mantenimiento mientras que en otras todavía se sigue pendiente de la conexión eléctrica pese a que hace casi un año que entró en funcionamiento la subestación eléctrica.
Actualmente existen unos 45 pisos protegidos, 34 en Capdepera (11 en la Calle Roses y 23 en la calle Gómez Ulla) que se empezaron a construir en 2005 y 11 en Cala Rajada (Calle Pizarro) iniciadas las obras en 2009.
Desde el Institut Balear de l'Habitatge (IBAVI) informaron a este periódico que los 11 pisos de la calle Roses de Capdepera están acabados de reformar al 100%. A partir de esta semana se podrán en contacto con los interesados, una veintena, para ofrecer la posibilidad de comprarlos ya sea en régimen de venda, como estaba previsto inicialmente, o bien en régimen de alquiler.
Electricidad
Mientras que la promoción de los 23 pisos de la calle Gómez Ulla está más atrasada. Todavía sigue en pie el problema de la electricidad. Están pendientes de la red de baja tensión que dará conexión al edificio. Desde el Govern aseguran que se han realizado los pagos correspondientes y solo se está a la espera de la conexión que podría tardar unos meses. En este caso también había una veintena de interesados.
Por otra parte el caso de Cala Rajada es diferente. Hay unas 7 viviendas que se construyeron donde estaba ubicado el antiguo hotel Vaquer que están pendientes de resolución en los juzgados porque la constructora presentó suspensión de pagos. La otra promoción de 4 viviendas también en la calle Pizarro está a punto de entregarse.