La ciudad de Inca ha empezado este fin de semana la celebración de la primera de las tres ferias que anteceden al esperado Dijous Bo. Las plantas y el mercado tradicional fueron un buen reclamo para las miles de personas que recorrieron el centro de la ciudad en una jornada donde el viento estuvo muy presente y la amenaza de lluvia no cesó.
La calle Major de la ciudad se convirtió en un gran jardín al aire libre y los vecinos y visitantes aprovecharon para adquirir alguna planta. La zona que este año, por primera vez ha estado gestionada por una empresa privada, tuvo buena aceptación entre los asistentes que agradecieron la decoración medieval que se instaló en la calle Comerç y la calle Bisbe Llompart.
La inauguración oficial de la feria por parte de las autoridades locales se realizó pasadas las diez y media de la mañana. Cabe destacar que mientras los políticos iniciaban su paseo por la feria, algunos feriantes se apresuraban a terminar de montar sus paradas. Ya al mediodía, la ciudad presentaba el aspecto típico de un municipio en feria y las calles estaban repletas de curiosos que buscaban un buen producto artesanal.
Ambiente
Por otra parte, la plaza Mallorca acogió ayer la última jornada de la feria de las oportunidades que ha estado abierta desde el pasado miércoles por la tarde. Alrededor de 30 comercios de la ciudad han participado en la edición de este año donde se ofrecían productos de ropa, complementos, zapatos o decoración a precios asequibles.
De esta manera, la ciudad de Inca ha celebrado este fin de semana la primera de sus ferias que dará paso a la feria del motor e infantil que se celebrará el próximo fin de semana y a la popular feria medieval que se llevará a cabo los días 2, 3 y 4 de noviembre.
La gran feria del Dijous Bo se celebrará el día 15 de noviembre cuando la ciudad de Inca se volverá a convertir en el centro de la isla.