El acuerdo de unión alcanzado entre la Lliga y Convergència per les Illes (CxI) con la idea de crear un partido fuerte de centro autonomista crea interrogantes en la Part Forana. Pollença, Muro, ses Salines o Santanyí han vivido encuentros y desencuentros entre los regidores de ambas formaciones, cuestión que puede dificultar el proceso de fusión hasta el punto de provocar alguna escisión que acabaría en la creación de nuevos partidos independientes.
En Pollença, CxI podría dar estabilidad al gobierno en minoría del PP y la Lliga pero la reconciliación entre la Lliga y Convergència parece casi imposible. La portavoz de la Lliga, Malena Estrany, ha convocado a su agrupación que decidirá la semana próxima el futuro de la formación. No se descarta que abandonen la Lliga.
En Muro, mientras que los tres regidores de CxI están en la oposición, el único edil de Lliga, Miquel Porquer, forma parte del gobierno. El portavoz de CxI, Rafel Gelabert, ve difícil que las dos formaciones puedan confluir. Por su parte, Porquer asegura que «se respetarán los pactos firmados».
En el municipio de Santanyí, Lliga y Convergència tienen uno y dos regidores respectivamente y ambos en la oposición. En ses Salines, el NIL de Tomeu Galmés, forma parte de la Lliga y forma parte de la oposición al equipo de gobierno formado precisamente por Convergència y el PP.