Los pescadores de Pollença y Cala Rajada han afirmado sentirse «ahogados» por Puertos de las Islas Baleares, entidad pública que les exige el pago por adelantado la liquidación de las tasas del segundo semestre de 2012 correspondientes al uso de las instalaciones portuarias.
Las cofradías del Puerto de Pollença y Cala Rajada piden hoy en un comunicado «sentido común» al departamento dependiente de la Conselleria de Turismo y Deportes, que les exige el pago de estas tasas por anticipado en vez de hacerlo por periodo vencido, tal como era habitual hasta el pasado año.
Denuncian que con esta medida la empresa pública pone «un nuevo obstáculo económico al ya de por sí dañado panorama de los profesionales del mar».
Los afectados, mediante la Federación de Cofradías de Pescadores, han remitido un escrito al gerente de Puertos y Aeropuertos de las Islas Baleares, Daniel Ramis, solicitándole la paralización de las liquidaciones presentadas, sin obtener ningún tipo de respuesta.
Por ello, los pescadores deberán hacer efectivo el pago de estas tasas antes de mañana, 20 de septiembre, día en que finaliza el plazo, si no quieren hacer frente, además, al recargo.
Los pescadores se sienten «ahogados» por esta política recaudatoria de Puertos y piden «sentido común» ante la imposibilidad económica que tiene el sector para avanzar pagos que están directamente relacionados con valores de producción futuros e inciertos.
Consideran que no pueden ser tratados como otros usuarios que disponen de instalaciones y otros servicios por su esparcimiento y recreo.
En este sentido, en Pollença algunos ya han comenzado a vaciar los habitáculos que utilizan como almacén, de entre 13 y 24 metros cuadrados, para no tener que pagar esta tasa, pero se han tenido que llevar del puerto todos los aperos y utensilios que emplean para su trabajo diario, dificultando así su labor.
Las cantidades a pagar se calculan respecto a los metros cuadrados de superficie, sea cubierta o descubierta, que cada pescador usa, y van desde los 450 hasta los 850 euros por semestre, aproximadamente.
Del mismo modo, desde las dos cofradías afectadas se tilda de «muy injusta» la «gran desigualdad» que deben soportar los pescadores que trabajan en los puertos dependientes de la Comunidad Autónoma respecto a los que dependen del Estado, ya que hacen frente a tasas hasta seis veces más caras por servicios similares.