Los usuarios que visitan la playa de s'Amarador han denunciado a este periódico la venta ambulante de frutas por la playa de manera ilegal.
La imagen se produce diariamente durante toda la temporada turística por lo que los residentes se quejan de la insuficiencia de los resultados a pesar de la actuación de la Policía Local.
El Ajuntament, que reconoce el problema, asegura que los agentes tienen la orden de controlar las playas del municipio, pero no hay personal suficiente para todas ellas. Así es complicado solucionar el problema de la venta ilegal.
Una vez se expulsan a los vendedores de la playa, días después acuden otra vez al lugar ya que la sanciones que se les imponen no son suficientes como para evitar que retornen la venta ilegal.
Abusos
Los mejores clientes que tienen estos vendedores son los turistas. A ellos se les ofrecen los alimentos a precios elevados, abusando de la ignorancia de éstos. Con las altas temperaturas, muchos aceptan pagar por la falta de otras opciones ya que no en todas las playas existen servicios de restauración.
Por ello, ante la falta de estos recursos, los vendedores ambulantes hacen su agosto y se aprovechan de la situación vendiendo la fruta triplicando su precio. Los residentes reclaman más seguridad para evitar estos negocios ilegales.