Una de las fiestas más sentidas por todos los pollencins es el simulacro de los Moros i Cristians que se celebra cada año el 2 de agosto durante el transcurso de las fiestas de La Patrona. Con la finalidad de establecer un protocolo de actuación durante la celebración y evitar así que se desvirtúe la fiesta, el PSM local propone al Ajuntament que se inicien los trámites para poder declarar el simulacro como una Fiesta de Interés Cultural.
El ex director insular de Patrimoni y también ex regidor nacionalista del PSM en Pollença, Biel Cerdà, aseguró que «durante le próximo pleno se realizará la petición formal» y apuntó a que la declaración de Fiesta de Interés Cultural «ayudaría a proteger el simulacro y todo el entorno del pueblo donde se desarrollan las batallas. Además, también se concretaría la vestimenta de los diferentes personajes y no habría dudas sobre el desarrollo de la fiesta que, de estar protegida, tendría un carácter más noble».
A pesar de esta protección, Cerdà dejó claro que «no se trata de prohibir la participación de la gente que no es de Pollença, pero sí de marcar unos límites y no permitir, por ejemplo, que se utilicen deportivas cuando el calzado típico son las alpargatas».
Pleno
Por su parte, el regidor del PSM en el Ajuntament, Bartomeu Cifre, ya introdujo durante el pleno del mes de julio la petición de proteger la fiesta y criticó que se hubiera barajado la posibilidad que los miembros que este año formaban el Ajuntament Vella salieran de Sant Jordi en lugar de hacerlo de la calle Sant Sebastià, según manda la tradición.
Desde el equipo de gobierno del Ajuntament de Pollença, la regidora de Cultura, Malena Estrany, reconoció ayer que «en el equipo de gobierno aún no hemos debatido la posibilidad de proteger la fiesta», aunque añadió que «si hay buena voluntad de llegar a un acuerdo de manera unánime por parte de todos los grupos que formamos el Consistorio, no veo inconveniente para iniciar los trámites necesarios».