Ayer, festividad de Viernes Santo, se celebró en Llucmajor, delante del Ajuntament, la primera de toda una serie de concentraciones que se llevarán a cabo para protestar por el cierre de la residencia de ancianos de Llucmajor.
La concentración congregó a un centenar manifestantes que con pancartas, cacerolas y silbatos protestaron por la medida prevista por el Consistorio llucmajorer. Durante la concentración se recogieron firmas entre los asistentes para evitar el cierre de la residencia. Antes de finalizar la concentración Reyes Abinareta, cocinera de la residencia y delegada sindical de USO y representante de las trabajadoras de la residencia de Llucmajor, leyó un comunicado en el que explicó que hace escasamente un mes el pleno del Ajuntament aprobó el mantenimiento de las plazas fijas e interinas durante dos años. Señaló que «el cierre de la residencia es una medida desesperada y poco meditada y que ataca a uno de los servicios más débiles: el cuidado de las personas mayores». Expresó «la impotencia de las trabajadoras de la residencia de quedarse en la calle y la posibilidad de encontrar soluciones que no pasen por el recorte».
Finalizó con el propósito que tiene toda la plantilla de no parar hasta que les ofrezcan otras alternativas agradeciendo el apoyo a todos aquellos que se han solidarizado con su situación.
Esta concentración se repetirá todos los viernes de 10.30 a 11.00 horas y los últimos miércoles de cada mes de 10.30 a 11.00 horas coincidiendo con el pleno del Consistorio.