Los incidentes relacionados con ataques de perros asilvestrados a rebaños de ovejas y corrales de gallinas en foravila se han disparado en los últimos meses.
El Ajuntament d'Inca se ha puesto a disposición de los payeses afectados a los que ha ofrecido la posibilidad de colocar jaulas trampa para perros gracias a un convenio firmado con Natura Parc.
Además de las muertes de corderos los ataques caninos afectan al ciclo reproductivo de las hembras que debido al estrés tienen problemas para fecundar. Así lo explicó ayer la regidora de Servicios y Medio Ambiente, Rosa Maria Tarragó que junto al alcalde, Rafel Torres, compareció ayer en la perrera municipal para hacer balance del último año de gestión de las instalaciones.
En 2011 se han recogido 383 perros y se han tramitado 271 adopciones. Tarragó, avanzó que el Ajuntament iniciará ahora una campaña de control en foravila con el objetivo de minimizar los efectos que provocan las mascotas incontroladas.