La crisis económica y financiera que también atraviesan las corporaciones locales, y de la que el Ajuntament de Llucmajor tampoco es una excepción, ha obligado al equipo de gobierno que lidera el alcalde Joan Jaume (PP) a recortar los 'privilegios' de los que gozan los funcionarios municipales de la capital del Migjorn.
En base a un informe de los Servicios Económicos del Consistorio -emitido el pasado 16 de enero y que acredita las «circunstancias económicas» que atraviesa esta administración local- el alcalde ha decidido adoptar diferentes «medidas de racionalización y reducción de gasto». En este sentido, fuentes del Ajuntament de Llucmajor apuntan también que será necesaria la adopción de un paquete de medidas en el área de personal, «puesto que su gasto representa el 38 por ciento del presupuesto municipal». Estas mismas fuentes indican que el conjunto de medidas indicadas supondrá la suspensión provisional, hasta el 31 de diciembre de 2013, de los acuerdos referidos al pacto negociado del Ajuntament de Llucmajor y sus funcionarios, aprobado por acuerdo de Pleno en marzo de 2006; y de la propuesta de convenio del personal laboral del Consistorio, aprobado también en sesión plenaria en julio de 2005.
Objetivos
Desde el Ajuntament señalan que los objetivos de este paquete de medidas son: contener el gasto en materia de personal, racionalizar los recursos humanos disponibles, reducir el número de servicios extraordinarios, minorar el gasto en materia de prestaciones sociales complementarias al salario, eliminar los complementos de productividad del personal funcionario y garantizar el mantenimiento de la plantilla, tanto de funcionarios y laborales fijos e interinos.