Por primera vez en 32 años los xeremiers de Sa Calatrava, Pep Rotger y Pep Toni Rubio, no tocarán el día de Sant Antoni en Pollença. El Ajuntament ha decidido no contratarlos «para dar una oportunidad a los xeremiers de Pollença que en tiempos de crisis necesitan un apoyo económico», explica el regidor de fiestas Miquel Llobeta, quien asegura que «los xeremiers de Sa Calatrava están invitados a venir, pero sin retribución».
De las dos agrupaciones de xeremiers que existen en Pollença sólo la de los Orats ha aceptado sustituir a Sa Calatrava, lo hará gratuitamente a la espera de que se firme un convenio pendiente desde hace dos años que compensará de alguna manera sus colaboraciones en las fiestas vía subvención.
El presidente de los Orats, Kunibert Bauzà, quiso ayer quitar hierro al asunto y aseguró que «nosotros en ningún caso les hemos querido echar, les tenemos muchísimo respeto.
El regidor de Fiestas nos dijo hace un mes que no tenían dinero para contratarlos y la opción era que tocáramos nosotros o que no hubiera xeremiers en la fiesta».
Los xeremiers del Camp de l'Oca tocarán únicamente en el Moll. «Por una cuestión de respeto no hemos querido tocar nada de lo que tocaban los de sa Calatrava», explicó ayer uno de sus miembros, alumno como muchos otros de Pep Toni Rubio, al que asegura haber pedido «a título personal» que suene este año en el Moll.
La anulación del contrato con sa Calatrava ha generado un auténtico debate en las redes sociales que se han volcado con mensajes a favor de los históricos Rotger y Rubio, dos profesionales de reputado prestigio que cobraban 2.200 euros por tocar durante las fiestas de Sant Antoni y Sant Sebastià. El Ajuntament aún les adeuda la actuación de 2011.
Críticos
Entre los más críticos con la decisión municipal están CxI y Esquerra pero también otros grupos de la oposición como el PSM y Alternativa, que aseguran que «el Ajuntament ha perdido las formas al tratar esta cuestión».