La biblioteca municipal de Can Picafort, inaugurada el pasado 26 de marzo, ha tenido que ser acordonada para garantizar la seguridad de los usuarios y viandantes, ya que se desprenden parte de las placas que recubren la fachada.
El anterior equipo de gobierno municipal (PP-CPU) inauguró el edificio contra reloj, rozando el límite temporal que establece la ley electoral para este tipo de actos, dada la proximidad de las últimas elecciones municipales y autonómicas.
El Ajuntament de Santa Margalida exigirá ahora responsabilidades a la empresa constructora de un edificio cuya obra le ha costado a las arcas municipales 706.200 euros.
La biblioteca de Can Picafort es uno de los proyectos estrella del anterior equipo de gobierno municipal (PP-CPU), financiado gracias a los fondos del Plan E.
Consta de una planta baja con 291,70 metros cuadrados y una planta piso de 177,31 metros cuadrados en las que se sitúan, además de la biblioteca propiamente dicha y una pequeña bebeteca (la primera del municipio), varios despachos municipales.
Pese a los desprendimientos producidos hace diez días el centro continúa abierto al público a la espera de ver quién asume la reparación.
Los problemas con esta construcción centraron buena parte del debate de la última sesión plenaria celebrada en el municipio, la primera en toda la democracia que se celebró precisamente en el núcleo urbano de Can Picafort.