La sequía que este año afecta a Mallorca -con un otoño excepcionalmente seco- ha causado en el Valle de Sóller y en otros puntos de la Serra de Tramuntana una drástica bajada de la productividad de los olivares de secano. La temporada acaba de iniciarse y las tafones de Sóller se preparan para una campaña de aceite que tendrá unos resultados muy por debajo de los del año pasado. Los payeses de Sóller y Fornalutx aseguran que, en gran parte de las fincas, se podría perder este año la mitad de la cosecha y, aunque llueva ahora y se recupere un poco el fruto, el que ya ha caído «se perderá definitivamente».
Precisamente ayer se sumó a una de las primeras jornadas de recolección el conseller de Agricultura, Medi Ambient i Territori del Govern Balear, Biel Company. Company fué invitado por una de las múltiples pequeñas explotaciones que hay en el Valle y se interesó por la cosecha de este año en la zona. En la jornada también participaron Josep OLiver, presidente del consejo regulador de la DO, Oli de Mallorca; Jaume Orell, de la Cooperativa de Sóller y la concejala de Agricultura de la localidad, Andrea Pomar.
Según explicaron Oliver y Orell, «muchos de los productores de Sóller adscritos a la DO no podrán cumplir esta temporada con los cupos asignados debido a que mucho fruto ha ennegrecido los árboles sin alcanzar las medidas mínimas para el su recogida. La falta de agua ha ocasionado también la caída prematura de las aceitunas. Josep Oliver recuerda que «los olivares de regadío del Pla no dependen tanto de la meteorología mientras que en esta zona de la Serra donde la importancia ambiental del olivar es tan grande, se juega con mucha desventaja».