Un grupo de vándalos provocó, durante el fin de semana pasado, desperfectos en el municipio de Consell. La zona más afectada por los destrozos fue el cementerio municipal dónde, ayer por la mañana, se encontraron quince lápidas rotas. El alcalde del municipio, Andreu Isern, relaciona los hechos con la celebración de la Nit Jove del pasado viernes, en el marco de las fiestas de Sant Bartomeu.
Los vándalos también provocaron desperfectos en algunos coches. En concreto, un conseller denunció que le rompieron un cristal de su vehículo y otros vecinos que les arrancaron los retrovisores.
En el cementerio, los vándalos rompieron quince lápidas situadas en la parte vieja. La brigada municipal recogió ayer por la mañana las placas de piedra donde estaban grabados los recuerdos de los difuntos para poder hacer el atestado. «Retiramos los restos para evitar problemas a los visitantes del cementerio e inventariamos las piezas para que los familiares las puedan venir a buscar al Ajuntament», explica el alcalde, Andreu Isern.
Los actos vandálicos se produjeron durante la noche del viernes cuando se celebraban los conciertos de la Nit Jove. La asistencia de jóvenes a Consell durante aquella noche superó, según explica Isern, las 4.000 personas, «cosa que nos hace plantearnos si vale la pena organizar más actos destinados al público juvenil».
El Ajuntament del Consell se plantea ahora cerrar el acceso al municipio durante las fiestas «o limitar el número de asistentes», explica Isern. De esta manera, Consell se unirá a la lista de municipios que reducen sus fiestas populares a causa de la masificación de jóvenes.