Se podría catalogar de fiesta un tanto extravagante o extraña, pero la verdad es que se trata de un acontecimiento lúdico y un ejemplo de organización y diversión.
Con motivo de las fiestas de Sant Feliu de Llubí, cientos de jóvenes celebran la tradicional 'festa des motoret'. Se trata de introducir un 'mobilette' en marcha dentro de un pub (Sis Caires) totalmente abarrotado de gente. Previamente, un tambor y un fabiol se encarga de anunciar su entrada. Una vez en el interior, los vecinos y participantes de la fiesta rodean al conductor, lo voltean incluso llegando a lanzarlo desde un altillo hacia abajo, todo ello acompañado de cánticos centrados en la identidad de la mallorquinidad y cultura propia.
Los responsables de la organización son los miembros de un grupo de quintos que velan por el buen funcionamiento y protegen en todo momento la integridad física de los participantes. En la edición de este año, 'Harry' fue el responsable de conducir la moto. La única condición que debía cumplir es que antes de cada entrada tenía que tomarse un 'mesclat'. Policía Local y seguridad privada velan para que no se produzcan incidentes y la fiesta es todo un éxito.