El incendio que a principio de mes calcinó cerca de 300 hectáreas agrícolas del Pla de Mallorca, ha hecho mella en la población de aves. La zona de cultivo de cereales (cebada y trigo) es un área donde especies como la Terrera común ( calandrella brachydactyla ) la Cogujada montesina ( galerida theklae ), la Codorniz ( coturnix coturnix ) o el Triguero ( emberiza calandra ) habitan más densamente que en el resto de la isla. Estas aves han visto cómo el fuego ha quemado sus nidos y su fuente de alimento (insectos) y ha provocado, consecuentemente, su expulsión de la zona. Justo el día que se originó el incendio en los municipios de Santa Margalida, Maria de la Salut y Llubí, las llamas contrastaban con el vuelo perdido de muchas aves.
Ornitólogo
Toni Muñoz, ornitólogo y responsable de la área de conservación de especies del GOB, considera que «la zona de cultivo de cereales es más importantes para las aves que para los mamíferos que allí habitan, como los conejos, ratas o erizos».
Según Muñoz, a esto se le debe sumar el hecho que «especies como el Halcón de Eleonora ( falco eleonorae ) o el Aguilucho Laguhero ( circus aeruginosus ) pese no anidar en la zona, sí que se alimentan allí, por lo que el valor de pérdida es más grave».
Recuperación
No obstante, el ornitólogo asegura que «a diferencia de las zonas forestales, las áreas agrícolas poseen una recuperación mucho más rápida, y en un año la zona puede volver a la normalidad y con ella la presencia de las aves».