El Ajuntament de Inca denunció ayer que alguien había vertido dos toneladas de uralita y escombros cerca del camino de Son Batle, en las afueras. La Policía Local y la Guardia Civil investigan el asunto.
Rosa Tarragó, segunda teniente de alcalde y responsable del área de Servicios y Medio Ambiente, explicó que la Policía recibió el miércoles una llamada de un ciudadano que no podía pasar con el coche por el camino de Son Batle porque un montón de escombros se lo impedía. Por lo visto, la intención de la persona que presuntamente vertió los escombros era abandonarlos en un campo próximo, pero las prisas le traicionaron y los escampó sobre la calzada.
La uralita -o fibrocemento- contiene fibra de amianto, un material altamente tóxico que aumenta el riesgo de contraer varios tipos de cáncer, según la OMS. Entera, es inocua, pero el polvo que puede soltar si se rompe (la que se localizó en Inca lo estaba) es peligroso.
Debido a su toxicidad, la uralita no se puede depositar en el Punt Verd, sino que hay que avisar a una las empresas especializadas para que la retiren. En este sentido, Tarragó informó de que retirar las 2 toneladas que vertidas en Son Batle costará 1.800 euros al Ajunatment.